domingo, 22 de septiembre de 2013

No creo en el escenario invencible
pero mil veces me han derrotado
por un entusiasmo loco y desatado
pues hasta los besos con amor son temibles,
y esos recuerdos tan tangibles
que pronto has olvidado
y en lágrimas se han derramado
ahogando mis sueños prescindibles.
No hay auxilio para la pena,
ni en poemas o canciones
que de dolor se envenenan,
ya no quedan ocasiones
ni sangre por mis venas
para un amor que no me corresponde.

..

El paisaje tras mi ventana invita,
su cristal transparente empañado
de agua y luz coloreado
que a mi alma para existir necesita.
Mi ventana amplia se avecina,
paisaje y cielo en su fondo
y un árbol que llena sus contornos
mientras sus colores se discriminan.
Mi ventana, que nunca pudo imaginar
los regalos de este mundo
en su castigo corto y secular,
pero en su rostro mudo
tampoco pudo adivinar
como en sus ojos perdía los segundos.