lunes, 11 de noviembre de 2013

Cielo color carmín,
las nubes arden,
pero ya es demasiado tarde
para poder huir,
pero una vez más,
un papel en blanco es escudo
contra ese fuego nocturno,
que hace mis sentimientos llamas,
Hoy, la guerra rutinaria,
entre la realidad y mi folio,
mis sentimientos y su monopolio
resultan en mi alma contrariada.
Dime musa,
¿ Qué es lo que te nace ?
Si esta alma muda
no crece pero se esparce,
pero dime musa,
¿ Cuando tendré reflexiones ?
Si cuando estas desnuda
en mirarte ocupo mis acciones.
Mi corazón, al que escucho,
te ve en las repisas,
en las batallas que perdí en la brisa
pero con las que siempre lucho,
y aunque tenga clavadas mil espadas,
tengo aún esperanza entre las manos,
porque un mal del que se aprenda,
siempre será un bien preciado.
Sigo estudiando mis peldaños,
en mis horizontes llenos de soles,
porque la ilusión es de humanos,
pero la paciencia de dioses.
Sin querer pero sintiendo
alas finas que no atiendo,
aislado en la soledad del escritor
peleando con el silencio y temor.
Viviendo esta vida que me derriba
cuando sólo sea un verso el que me describa.

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